Senderos de la Comunitat Valenciana

Empezamos este circuito circular por La Murta en el Punt d’Informació situado en la misma entrada del paraje. Este punto está formado por la antigua casa del guarda y los paneles descriptivos de las diferentes rutas y características del valle donde estamos. Pasada la casa del guarda, seguidamente y en la misma pista forestal se abre una derivación a la derecha que es la senda de la Ombría.

     Ascenderemos justo por detrás de la casa unos pocos metros y ya en camino iremos observando la gran cantidad de pinos, madroños, durillos, encinas y sobre todo fresnos, árbol característico del paraje, también las diferentes plantas endémicas propias del bosque mediterráneo como el tomillo,el romero, menta o la misma murta que da nombre al valle. Esta zona en la que estamos contiene abundante vegetación por su orientación al norte que lereduce las horas de exposición solar (por eso el nombre popular de Ombria de La Murta).

      Iremos avanzado y tendremos a nuestra izquierda la vista completa del valle y su monasterio. En la misma medida que nos vamos acercando a las Ruinas jerónimas la pista se va estrechando y convirtiendo en senda.

    Sobrepasado el monasterio la senda toma el nombre de Pas del Pobre y aparece una bifurcación. Hacia la derecha llegaríamos a La Casella, por el GR-236  el otro valle de la ciudad, pero nosotros cogemos el de la izquierda que nos llevará en lento descenso hacia el pequeño pinar que hay enfrente del puente de Felipe II, entrada al recinto del antiguo monasterio.

Si hacemos una parada para descansar podemos aprovechar para admirar las construcciones que nos vamos encontrando a nuestro paso. A la derecha del puente la puerta renacentista con el escudo de la familia Vich, las ruinas del claustro, la Torredels Coloms o las balsas y el aljibe. A la izquierda vemos unas construcciones que contienen una antigua almàssera para la producción de aceite, un jardín con estanque y la capilla de la Virgen junto la antigua casa hospedería (Casa Vella de La Murta). Nos detendremos en el jardín romántico de la casa y observaremos la disposición de las diferentes plantas y árboles agrupados alrededor del estanque. Es decir, podemos ver y apreciar otro hábitat vegetal dentro del paraje: la naturaleza al servicio del hombre, todo un conjunto ornamental que da tranquilidad y quietud.

Ya descansados y refrescados saldremos del jardín y seguiremos el camino que pasa por delante de la casa. Tendremos a nuestra izquierda el barranco de La Murta, muy profundo y cubierto totalmente por la vegetación propia de una zona húmeda: helechos y acantos junto con algunos árboles de hoja caduca como los Olmos.

   Continuando el paseo y sin salirnos de la pista iremos observando el cambio de vegetación producido por la mano del hombre.

Estamos ante los antiguos campos de cultivos, hoy abandonados y de nuevo invadidos por la vegetación mediterránea propia del lugar. Una de las primeras plantas en arraigar de nuevo es la aliaga seguida de la coscoja. Actualmente estas tierras de labor están muy repobladas pero aún se observa la regeneración de la tierra y la invasión de las especies vegetales a su hábitat.

Todo esto si vamos mirando a nuestra izquierda siguiendo la pista de La Solana. Habiendo llegado als Corrals tomaremos el camino de la izquierda e iremos bajando hacia el Punt d’ Informació, donde iniciamos el recorrido.

     Si por el contrario hemos ido mirando a nuestra derecha las montañas rocosas nos han mostrado ese contraste vegetativo que antes aludíamos. La mayor exposición al sol de estas vertientes montañosas ha originado unas características vegetales diferentes.

 Estamos en la Solanay observamos unas plantas mucho más resistentes al calor i la sequedad como por ejemplo la encina y la coscoja. Y así, poco a poco, llegamos al punto de origen completando el círculo de La Vall de la Murta.