Merche Carbonell culmina el Desafío Ártico
Merche Carbonell culmina el Desafío Ártico

La superación personal no entiende de edad, y Merche Carbonell es un ejemplo vivo de ello. A sus 68 años, y con una larga trayectoria ligada a la Federació d'Esports de Muntanya i Escalada de la Comunitat Valenciana (FEMECV)
Ha logrado finalizar con éxito el Desafío Santa Lucía Seniors Ártico 2025, una expedición única que la ha llevado hasta el archipiélago de Svalbard (Noruega).
Durante doce intensos días, junto a otras cuatro personas mayores de 65 años, ha remado, caminado, escalado y acampado en condiciones extremas, demostrando que la edad no es un límite, sino una motivación para seguir conquistando retos.
Una mujer vinculada a la FEMECV y al deporte
Merche, vecina de Gandía, ha sido durante décadas una apasionada del deporte. Ha practicado disciplinas tan diversas como carreras por montaña, natación, marcha nórdica, yoga o taichí, siempre con una energía contagiosa. También ha sido árbitra y seleccionada autonómica, y formó parte de la Vocalía de CxM de la FEMECV. En la actualidad, continúa aportando su experiencia desde la Vocalía de Deporte para Personas Mayores, convencida de que la montaña y la actividad física son pilares fundamentales para un envejecimiento activo y saludable.

Su historia es también la de una mujer que ha sabido sobreponerse a la adversidad: superó un cáncer sin abandonar nunca el deporte, manteniendo la disciplina, el esfuerzo y el compromiso como compañeros de viaje. Para ella, cada reto es una oportunidad de demostrar que con voluntad y motivación todo es posible.
El desafío: 12 días en el corazón del Ártico
El Desafío Santa Lucía Seniors 2025 no es una prueba simbólica. Es una expedición real, exigente y diseñada para visibilizar el potencial de las personas mayores en el deporte y en la vida. Merche y sus compañeros —Bernardo, Jesús, Esther y Amelia— se enfrentaron a etapas que combinaban trekking sobre glaciares, travesías en kayak, acampadas sobre hielo y guardias nocturnas para vigilar la presencia de osos polares.
La llamada “etapa reina” fue la más dura: casi 24 horas de esfuerzo continuado en un recorrido que incluyó travesías sobre terreno inestable, vivac sobre un glaciar y un tramo final en kayak hasta la ciudad fantasma de Pyramiden. El cansancio, el frío y la tensión de pasar la noche en guardias rotativas no impidieron que Merche llegara a la meta junto a sus compañeros, con la satisfacción de haber superado una prueba tan dura como inolvidable.
“Ha sido duro, pero glorioso”, resumía uno de los expedicionarios. Una frase que refleja el espíritu de este reto colectivo.
No podría definir lo más destacado, todo tenía su belleza y su encanto: poder navegar por fiordos, caminar por glaciares, bañarme en el Paralelo 80 y recibir ese bautismo Ártico con la belleza de ballenas belugas, zorro ártico, aves que se sumergían algunas hasta 280 m en el agua morsas, focas.. todo lo destacaría. Ha sido una gran experiencia y una satisfacción sentirnos tan privilegiados.
Más allá de la aventura: un mensaje inspirador
La expedición no solo buscaba coronar etapas en el Ártico, sino transmitir un mensaje: el envejecimiento activo es una conquista posible. Merche lo personifica en cada paso. Su participación es un recordatorio de que la fuerza no se mide en años, sino en actitud.
La convivencia en el velero El Intrépido, las risas compartidas, las guardias en equipo y la solidaridad mutua fueron tan importantes como la resistencia física. Este espíritu comunitario es también el que defendemos desde la FEMECV, donde creemos que la montaña es una escuela de valores en cualquier etapa de la vida.
Un referente para la FEMECV
Para la Federación, contar con personas como Merche es motivo de orgullo. Su ejemplo inspira a federados y federadas de todas las edades, y especialmente a las personas mayores, que cada vez encuentran más espacio y propuestas adaptadas dentro de nuestras actividades.
El hecho de que una mujer de 68 años, con un recorrido tan ligado a nuestra entidad, logre completar un desafío de estas características, es una confirmación de que el deporte de montaña es inclusivo, intergeneracional y lleno de oportunidades de crecimiento personal.
Lo que viene después
Tras finalizar la expedición, Merche y el resto del equipo regresan a España con el corazón lleno de experiencias. Ella seguirá activa en su club, en la Federación y en las múltiples disciplinas que practica, manteniendo su lema personal: “La edad no me frena, me impulsa”.